Gastón la convence para que vaya diciéndole que el productor, Tato Piñera, está de viaje y no va a ir. Pero para su sorpresa, Piñera vuelve antes para estar presente el día de la grabación.
Juanse trama un plan para salir del apuro: citar a Tato en la casa para brindar y ponerle unas gotitas de un somnífero en la copa de champagne. Gastón, que no está al tanto de la operativa de Juanse, entra en pánico al ver a Piñera desmayado. Juanse lo apura para ir a grabar el demo al estudio mientras dure el efecto del somnífero, dejando a Roberta al cuidado de Piñera. Mientras tanto, en la productora, Victoria recibe la visita de su padre, el Señor Hardy, que ha vuelto para quedarse.
Quiere sacar a flote la empresa cueste lo que cueste. Ha traído a su secretaria Ángeles, una mujer que le saca varias vueltas a Mercedes. Victoria defiende como puede su lugar y trae a Martín para que sea su sostén. El señor Hardy, por su parte, cree que el único responsable de la crisis de la empresa es Gastón y va a verlo con una amenaza: le exige el dinero que debe o le embarga la casa.
En el estudio de grabación, Gastón con la ayuda de Juan, consigue que el operador de sonido se vaya.
Quedan solos Luna, Mili, Marito, Juanse y Gastón. Mili canta su tema. Gastón opera la consola pero no deja de chequear la hora, está muy preocupado por Piñera. Ni bien terminan de grabar, Gastón se va urgido con Juanse. Luna y Mili se quedan mal porque se fueron sin saludar. Por su parte, Ariadna está decidida a develar la verdad y va hasta su casa. Juan trata de persuadirla. Ariadna le cuenta todo a Gastón pensando que está encerrado en el baño, pero el que está encerrado es Piñera, que vuelve a desmayarse. Gastón y Juanse regresan del estudio, y al verlo desmayado, creen que está muerto.
0 comentarios