Saldrán a la cancha al mismo tiempo, cada uno se encolumnará detrás de un nombre y el único objetivo es ganar. No es el “Superclásico” futbolístico, sino el partido que esta noche jugarán Telefe y El Trece a partir de esta noche con El elegido y Herederos de una venganza. Un enfrentamiento que ambos lo plantearon como a “todo o nada”.
Tanto el El elegido como Herederos de una venganza no son una apuesta más de los canales. Salen a la cancha a coronarse primeras. En un verano donde nada mide más de 20 puntos, las ficciones van por el premio mayor.
Ambas tienen como objetivo hacer una diferencia en materia de rating, y al competir en la misma franja, la que salga primera habrá pegado la primera trompada, que en la tele al igual que en el barrio, es la más importante y la que más duele.
Las dos están en igualdad de condiciones: debutarán en simultáneo, tienen un protagonista de peso (Echarri y la nostalgia de Montecristo en Telefe y Luciano Castro y el recuerdo de Valientes en El Trece) y enaltecen su elenco con nombres rutilantes (Lito Cruz en la primera, Alfredo Alcón en la segunda).
Volviendo al paralelismo futbolero, El elegido y Herederos de una venganza entran a la cancha como si River y Boca se cruzan en el “Superclásico” siendo los dos punteros. Para el ganador, la gloria. Para el perdedor los abucheos.
Ninguna de las dos producciones llega “para ver qué pasa” o “para competirle de igual a igual a los realitys”. Todo lo que ahora está en tele pasa a un segundo plano. Tanto una u otra espera ser primera y ningún otro resultado les sirve. Y como “en la cancha se ven los pingos”, habrá que ver quién tiene el caballo ganador. Cuando se juega a matar o morir la victoria tiene un sabor especial. Salir segundo, en cambio, puede llegar a ser vivido como una catástrofe, por más que los números digan que obtuvo un digno segundo lugar.
(television)
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