Muchas veces tener oficio o talento no es suficiente para lograr que te vaya bien. Así como en el fútbol un excelente jugador no puede hacer mucho si el equipo no acompaña, en tele un conductor “puede hacer agua” si el formato no va a la par. En las últimas temporadas, Horacio Cabak la remó con programas que pasaron sin destino, sin embargo en Zapping diario volvió a encontrar el lugar para desplegar su mejor faceta.
Más cerca de "Mascherano" que de “Messi”, Horacio Cabak demostró a lo largo de casi 20 años que no le tiene miedo o prejuicio a casi ningún género y que si la propuesta engancha en la gente el tiene la habilidad para hacerla atractiva en el día a día.
Pero en las últimas temporadas, los dos programas que lo han tenido al frente pasaron sin pena ni gloria por la pantalla: Golden balls en 2008 estaba basado en un juego que no muchos entendieron y Hoy es tu día, un año más tarde, siempre quedó opacado por el recuerdo de Sorpresa y media.
Tanto en uno como en otro, a la hora de hacer los balances y analizar las fallas, nunca fue señalado como el responsable de los resultados dispares.
La mejor prueba sobre el oficio es su presente. Desde que se hizo cargo de Zapping diario, Cabak encontró un formato ideal para desplegar su arsenal. A pesar de haber agarrado el timón de un barco que ya estaba en marcha, el conductor puso impronta y dio nuevos aires al ciclo. Su experiencia se maximiza cuando ponen a su lado a una novata en el rubro, Amalia Granata, que en calidad de “aprendiz” termina quedando opacada.
Con la carta fuerte de Gran hermano , Cabak se encargó que nadie extrañe a los originales, “El Pelado” López y Julieta Prandi. Inclusive sumó algunos porotos cuando muchos televidentes que no elegían los mediodías de Telefe se acercaron a ver qué tenía para ofrecer y terminaron enganchados en la propuesta.
Cuando el formato es sólido, la propuesta clara y todos tiran para el mismo lado, cuando el equipo lo acompaña, Cabak encuentra el contexto para mostrar su mejor versión.
(television.com)
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