"El elegido", la producción dramática del año de Telefe, se ha ganado el título de novela de culto y sus personajes antagónicos son grandes responsables de este merito. La sofisticada "Verónica San Martin" (Leticia Bredicce), el perverso "Oscar Nevares Sosa" (Lito Cruz) y el desquiciado "David Nevares Sosa" (Luciano Cáceres) conforman un triunvirato de villanos que entre pactos, traiciones e intereses encontrados se llevan la atención del público.
No es secreto que generalmente los personajes antagónicos despiertan grandes admiraciones entre el público; pero con el furor de las redes sociales y ayudados por sus capacidades histriónicas, en mayor medida, y por la poca oferta de interpretaciones interesantes en las telenovelas nocturnas actuales, en menor, las mencionadas caracterizaciones han incluso borrado del centro de la escena a una de las parejas éxitos de la tele dramaturgia contemporánea argentina, Pablo Echarri y Paola Krum ("Montecristo").
"Verónica San Martin" podría ser calificada como la punta de lanza de este boom. Con miles de fanáticos en la red que repiten y adoptan sus frases de señora derechosa de la alta sociedad, Bredicce en su regreso a la tira diaria después de "22, el loco", se lleva la atención de la crítica y el público. Su particular relación con su mucama de toda la vida, "Armenia"; el conflicto con su hija, el desamor de su marido y su locura le dan a Bredicce los ingredientes para un caldo complejo que supo cocinar y del que la gente toma sin cesar. Su look, su modo de hablar, sus discusiones bilingües y su amor por el arte contribuyen a un personaje que seguramente pasara a la historia.
En tanto los "Sosa" en la retaguardia no tienen desperdicio. "Oscar" en la piel del experimentado Lito Cruz emula sin problemas y con gran credibilidad a la reencarnación del mal en la tierra. Atractivo, carismático y culto esconde su maldad tras un rostro inmutable que le permite asistir dolido al entierro de sus propias víctimas. "David" en tanto encarna una maldad más burda. Intentos de violación, violencia de género, amenazas a diestra y siniestra sin disimulo son sus armas habituales; armas que lo dejan expuesto y lo ponen en el papel de chivo expiatorio de su padre (Los seguidores sabrán a lo que me refiero).
Odiables y queribles a la vez los villanos de "El elegido" serán difíciles de superar.
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