Dos historias comienzan esta noche en la vida de Pablo Echarri. La primera, en la ficción, de la mano de El elegido , la nueva telenovela que lo tendrá como protagonista y que arranca hoy a las 22.30 por Telefe. La segunda, y quizás la más importante, con un nuevo rol en su vida, que ya no lo tendrá sólo como actor, sino que lo llevará al detrás de escena, en el papel de productor.
La nueva ficción nació a partir de una propuesta de Echarri, que desde Los buscas y cada vez con mayor intensidad en Resistiréy Montecristo , colaboró en el moldeado de los personajes que interpretaba. Hace dos años, y luego del éxito de Montecristo , el galán le acercó una idea a Adriana Lorenzón, una de las escritoras de ese ciclo. Apenas algunos meses atrás, se sumó al armado de los libros Gustavo Bellati, el autor de Resistiré . En esta historia también está involucrado Martín Seefeld: “Pablo me llamó, me contó la idea y junto con un tercer socio, Ronnie Amendolara, formamos la productora El árbol”.
¿De qué trata El elegido , su primera apuesta? “Esta historia -detalla Lorenzón- tiene que ver con lo que un ser humano es capaz de hacer para llegar al poder. En el bufete de abogados donde se desarrolla la trama, los pecados están descarnadamente expuestos”. Justamente los pecados, a través de la pintura La mesa de los pecados capitales de El Bosco, serán clave en el capítulo de esta noche. ¿Cómo es escribir un guión desde el pedido de un productor que es, a la vez, actor? “Es mejor. Pablo es un referente fuerte para nosotros. Empezamos a pensar esta trama con su figura en la cabeza. Es cómodo avanzar así, porque es al revés que como se trabaja siempre: acá no hubo un casting posterior. Casi todos los personajes se pensaron con actores en mente y casi todas las primeras opciones quedaron. Pablo es generoso, no se hace el divo y es sencillo trabajar en equipo con él”.
¿El personaje de Echarri será un muchacho de barrio? ¿Se podrá distinguir del hombre de las ficciones anteriores? Lorenzón responde: “Cada uno, Bellati y yo, mostramos un Echarri diferente. Este no es el típico héroe bueno y justiciero. Arranca desde un lugar oscuro, para ir aprendiendo en el camino y nuestra idea es que el público vaya queriendo que se redima”.
Echarri asegura que hay diferencias con sus papeles anteriores y que en esta novela hay, además, una ruptura estética. “Soy otro -dice-, soy un tipo grande. Mi personaje, Andrés Bilbao, reniega de su familia, nació en un hogar de clase media baja, con un padre muy apocado y una madre muy fuerte, que siempre ha preferido a Andrés y ha masacrado a su hijo mayor. Si él pudiera olvidarse de su familia, lo haría. Conoce a su mujer actual, Verónica (Leticia Bredice), una aristócrata que le posibilita ir encumbrándose. El comienzo de la historia lo encuentra ambicioso, ateo y pensando que el fin justifica los medios. Al final se dará cuenta de que lo único que necesita es la redención, desandar un camino de oscuridad para reencontrarse con su familia y con el amor de Mariana (Paola Krum)”.
(clarin)
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